El pasado mes de octubre se celebró en Bilbao el XXXII CONGRESO NACIONAL DE TERAPIA FAMILIAR. Adolescencia y Terapia Familiar en el que se presentaba el libro sobre adolescentes compilado por Roberto Pereira que con motivo del congreso hemos elaborado.
Me gustaría recoger aquí de manera muy resumida, algunas reflexiones que se produjeron en el Congreso.
La sociedad llegará a ser lo que ahora son sus adolescentes, sin que por ello tengamos que llevarnos las manos a la cabeza mientras exclamamos ¡Dios nos ampare! Porque, si bien es cierto que algunos adolescentes son especialmente sensibles a los aspectos menos saludables de la sociedad, también lo es que los adultos tenemos alguna responsabilidad en que esto sea así.
Frente a ciertos discursos alarmistas que hacen mella en algunos adultos, hay que seguir defendiendo (a los hechos y datos me remito) la presencia mayoritaria de adolescentes saludables. Confusos, sí, pero con capacidad y estrategias para adaptarse a un mundo que a veces nos supera a nosotros, los adultos bien entrenados.
Otro punto de interés sobre este periodo de la vida, es que el adolescente necesita de la pesrona adulta para desarrollarse con normalidad. Tal y como afirmaba Jose Antonio Abeijón, el adolescente siempre irá en busca del adulto, éste será el referente a partir del cual puede diferenciarse y si no le encuentra, organizará nuevos caminos algunas veces farragosos y complicados.